sábado, 25 de octubre de 2008

Viaje a Coimbra...

La semana pasada, del 15 al 18 de octubre, Silvia y yo (Gloria) asistimos al X Congreso Luso-Español de Herpetología / XIV Congreso Español de Herpetología celebrado en Coímbra, Portugal. Lo cierto es que íbamos con muchas expectativas porque era nuestro primer congreso relacionado con la herpetología. Y se cumplieron.

El congreso estuvo constituido por una serie de conferencias plenarias, conferencias orales y paneles relacionados con la conservación, ecología, comportamiento, biogeografía, genética, paleontología, morfología, fisiología y parasitología de anfibios y reptiles de los más destacados herpetólogos.

En concreto, este año, la mayor parte de proyectos de investigación que se presentaron estaban relacionados con la conservación y con los anfibios. Esto nos resultó muy útil, puesto que nosotras pretendemos realizar nuestros proyectos de investigación, primero los trabajos tutelados del DEA y luego la tesis, sobre el estado de conservación de anfibios y reptiles en un parque natural protegido. De esta forma, pudimos ver qué es lo que se está haciendo en este momento en España y Portugal con relación a este tema. Ahora sólo queda procesar toda la información que se mostró, leer los libros que pudimos adquirir, y de ahí, ir sacando ideas para nuestros proyectos.

Coimbra desde el hotel, con las universidades al fondo

Lo único malo del congreso, las 8 horas de autobús que tuvimos que soportar a la vuelta, con toda una variedad de paradas, Braga, Oporto, aeropuerto de Oporto, Vigo, aeropuerto de Vigo, Santiago...

Río Duero, a su paso por Oporto, desde el autobús

jueves, 9 de octubre de 2008

De San Sebastián a Mundaka...

Hace unos días volvimos de un pequeño viaje que realizamos como despedida del verano. La idea era ir hasta San Sebastián, pasar allí un par de días y luego, retrocediendo el camino hecho, parar en Mundaka, donde pasaríamos otros dos días, y después volver a Coruña con calma y parando en algún que otro sitio de interés. Y más o menos cumplimos el plan...

Vista general de San Sebastián, con el puerto a la izquierda y la playa de la Concha al fondo

Las primeros días los pasamos en una pensión muy bonita en el centro de la ciudad vieja de San Sebastián, muy bien acondicionada y muy bien comunidada. Donosti es una ciudad preciosa, el paseo marítimo con la playa de la Concha y la de Ondarreta, el Monte Igeldo (con unas vistas maravillosas de la ciudad) , la isla de Santa Clara, el centro, la zona vieja, el puerto... y por supuesto, Gros y la playa de Zurriola.

Puerto de San Sebastián

Vista de la ciudad desde el Monte Igeldo

De casualidad, llegamos a la ciudad dos días antes de que se terminase el 56 Festival Internacional de Cine de San Sebastián, con lo que ello conlleva... un montón de gente en el Hotel Santa Catalina a la espera de algún famoso. Y como no, nosotras tampoco nos resistimos, y asistimos a la llegada de todos los asistentes de la cena de clausura del festival que pasaron por la alfombra, en este caso, rosa...

56 Festival Internacional de Cine de San Sebastián

Los dos días que estuvimos en la ciudad los dedicamos a visitar los distintos recobecos con más encanto y, como buenas biólogas que somos, también fuimos al Aquarium Donostia. Nos habían dicho que no fueramos con muchas espectativas, y lo cierto es que es bastante pequeñito, aunque con encanto. Nosotras, acostumbradas al nuestro, lo vimos un poco pequeño, ya que sólo presenta un tanque de gran volumen, muy bien aprovechado, esos sí, y unos 15 acuarios pequeños. En cuanto a diversidad de especies, hay que destacar las tortugas marinas, los tiburones toro, las pintarrojas y alitanes, los sargos reales...

Charca de las caricias en el Aquarium

Lo que más nos gustó de Donosti, la ciudad vieja, la gente en bicicleta, los "pintxos", el ambiente surfero, el paseo de la playa de Zurriola y la zona del puerto, pequeñito pero precioso.

Bicicletas en una calle de la ciudad

Embarcaciones del puerto de San Sebastián

De San Sebastián nos dirigimos a Mundaka, un pequeño pueblo costero situado en el Valle de Urdaibai, Reserva de la Biosfera, que alberga el estuario de la Ría de Mundaka. La idea del viaje a San Sebastián era, precisamente, asistir a parte del Campeonato Billabong Pro Mundaka de surf, ya que por problemas de agenda, no nos podíamos quedar a todo. Ya más a nuestro estilo, nos alojamos en un bungalow en un camping a las afueras del pueblo, a 10 minutos andando.

Vista general de Mundaka, con el puerto, a la derecha, y la iglesia de Santa María Asunción, al fondo

Ermita de Santa Catalina

El mar no nos acompañó, y no pudimos ver el campeonato en el mejor tubo de izquierdas del país, puesto que el primer día se suspendió y el segundo se traslado a la playa de Sopelana por falta de olas. Sin embargo, no lo cambiamos por nada. El hecho de que no fueran las mejores condiciones, en parte, nos permitió disfrutar de un ambiente surfero más tranquilo, sin aglomeraciones, pudiendo tomar algo en una cafetería rodeadas de surfistas y organizadores del campeonato y viendo el campeonato tranquilamente sin problemas de espacio.

Barrera de la desembocadura de la ría, donde se forma la ola

Ya el día de regreso, decidimos retrasar la hora para poder asistir a la mitad de la primera ronda en Sopelana y así poder ver en acción a los surfistas. Un día algo nublado y con olas que rondaban el metro - metro y medio, donde pudimos ver surfear a Aritz Aranburu, Jeremy Flores, CJ Hodgood, Manoa Drollet, Bobby Martinez, Mark Occhilupo, Adriano de Souza, Jordy Smith, Joel Parkinson, Hodei Collazo..., y como no, a Eneko Acero y Kelly Slater, entre otros.

Kelly Slater, tras salir de la manga en la primera ronda

Lo cierto es que nos dio mucha pena no poder quedarnos a ver todo el campeonato, sobre todo sabiendo que tan sólo duraría tres días más....

Viendo el campeonato desde Mundaka, con CJ Hodgood de amarillo

La vuelta a casa fue algo larga y cansada, esperamos que la autovía del Cantábrico se termine pronto y podamos volver con más frecuencia, porque tras conducir del tirón, con tantas curvas y velocidades bajas, una queda reventada...

Lo malo del viaje, que Ro no nos pudiera acompañar...